18:36

Toni Miró de Manacor a Paraguay




     Toni Miró es de Manacor. Parte de su juventud la paso sirviendo copas. Su familia tiene un pequeño hotel, hoy convertido en albergue, en Porto Cristo, en el que, cuando sus estudios se lo permitieron,  trabajó como camarero. Hoy es dominico, y desde hace diez años  párroco en San Roque González de Santa Cruz, Paraguay, donde es querido y, a la vez, odiado. Sí. Así de claro: le quiere la gente sencilla, que es la mayoría de la localidad; le odia, y se lo quiere quitar de en medio, como sea, el corrupto, que está en minoría pero que tiene su peso. Y le quieren y le odian por su obra: por estar de lado del que con más necesidades convive; por defender al debil ante el opresor; por sustituir al político a la hora de conseguir mejoras sociales; y, sobre todo,  por su franqueza: el pater no se corta ni un pelo.
     Tomándonos un café en torno a la mesa de su casa, cuyos muebles son, casi todos, de Manacor, tratamos de charlar. Y digo que tratamos, porque no es fácil: es el día de su cumpleaños, día, además, en que hace diez años que llegó allí –“llegué para hacer una sustitución de un año,  y aquí sigo, no sé hasta cuando”, dice-,  y la gente no hace más que entrar para felicitarle. Por ello, Toni no cabe en si de gozo. Y no es para menos.
     -¡Menos mal ellos…!, que si no…Su vida, en aquel lugar, no escapa al sobresalto,  que él se toma con cierta filosofía. De ahí que valore más los buenos momentos que los malos. “Vivimos en el  país de a corrupción. Corrupción en los partidos políticos, en los gobiernos, en el poder judicial. Vivimos en un país en que todo da lo mismo, mande  quien mande, sean colorados o azules. ¡Es igual! Aquí un liberal es un colorado de azul. Por eso, aquí, no hay ideología de ningún tipo. Aquí lo único que importa es conseguir el poder para saquear al estado. Es un país en el que a nada que te descuides, incluso el amigo, te sierra las patas de la silla donde estas sentado para que te caigas. Un país donde tipos  como Oviedo y su gente, los oviedistas, hacen lo que les viene en gana. Oviedo, golpista, traficante de drogas, de armas, de vidas, tiene gente por todas parte, incluso aquí… O como Nicanor, pendenciero, bocazas, corrupto, ladrón del bienestar de la gente, sobre todo de los más humildes, también con seguidores que tratan de imponer su ley a la fuerza…. Para que veas como funciona esto, ¿te cuento una cosa…? La mujer de Nicanor, cuando este era presidente, se hizo de la secta de los  menomitas; pues bien,  muchos del gobierno se hicieron menonitas, con lo que el templo de estos se llenó. Pero cuando Nicanor cayó, todos se borraron y la iglesia se quedó vacía.  A mí, unos y otros han intentado frenarme, incluso han pretendido llevarme a la cárcel. Incluso, en su intento de echarme de aquí,  me han hecho vudú. ¡Vudú!, sí.  Una mañana me encontré frente a la puerta de mi casa un muñeco, con pies y manos de gallo y otras cosas extrañas… Me contaron que una mujer oviedista  pagó a un brujo brasileño para que lo hiciera… Pero eso es lo de menos; eso es pura anécdota. Por ahí no van a poder conmigo… No vamos a consentir que estos, como bien le dijo Juan Pablo II al dictador Alfredo Stroessner, metan a la Iglesia en la sacristía, entre otras cosas porque somos la única entidad creíble del Paraguay”
         Toni Miró, además de cura, es periodista y profesor de periodismo en la Universidad Católica de Carateau, “gracias a lo cual como”. Pero, sobre todo, es emprendedor. En diez años que lleva aquí, con la ayuda de Govern Balear, Fons Mallorquí, ONGs y ayudas diversas, “muchas de ellas llegadas desde Manacor”, ha construido centros cívicos, centros culturales, una emisora de radio comunitaria, la Tavapy FM, una biblioteca pública, una microempresa de producción de miel, el dispensario Petra Munar, en homenaje a esta mujer “que tanto nos ayudó y que desgraciadamente ya no está entre nosotros”, el edificio del cuerpo de bomberos, el microbar “Punto de encuentro” para los jóvenes, con pizzas y bebidas sin alcohol; ha conseguido también becas de estudios, ha apoyado la construcción del colegio; apoya a la educación, da clases de formación profesional, etc., Todo ello, de forma desinteresada, sin mirar colores ni ideologías, favoreciendo incluso  a quienes van por él.
       En cuanto a la decisión de Lugo, de secularizarse para dedicarse a la política, Toni Miró la aplaude. “Estoy con él a muerte. Lo que ha hecho ha sido un acto sacerdotal: ha renunciado a todo para servir a su pueblo. Que lo consiga no depende de él; desde luego, en este nido de víboras, no se lo están poniendo nada fácil, y encima está amenazado de muerte”

Comments (0)

Publicar un comentario